martes, 19 de abril de 2011

EL FASCISMO NO HA MUERTO

POR:


IVÀN DELGADO MARTÌNEZ

Como respuesta a las equivocadas como mal intencionadas conclusiones a que llegò Josè Mario Ruiz Navas, sobre el fascismo y las supuestas implicaciones de èste con la revoluciòn ciudadana, es necesario aclarar que importantes cientistas sociales y conocidos politòlogos en el mundo, oportunamente y con mucha responsabilidad acadèmica han llegado a la conclusiòn de que el fascismo no ha muerto, y que surge como sucedáneo el neo fascismo que està proliferano con inusitada fuerza en el muno capitalista, con la ayuda de sectas y cofradìa reaccionaria como el Opus Dei.

La posibilidad del resurgimiento de las formas totalitarias corporativas del fascismo y neo fascismo, resulta ciertamente peligrosas, dado que en la base fundamental de la aberrante "ideologìa" corporativista, existe la concepciòn del Estado totalitario que permite la hegemonìa de los grupos econòmicos, el poder de la prensa con su papel enajenante y demàs poderes fàcticos dispuestos frenar los procesos de cambio.

El socialismo del siglo XXI y su lider, el presidente Correa, considera que el fascismo ejerce un dominio totalitario sobre el pueblo por parte del capitalismo "salvaje" y "cìnico" y de sus tentàculos de poder, donde cierta jerarquìa catòlica juega papel preponderante

Es bueno recordar a los desmemoriados por conveniencia y a los que practican la amnesia fomentada (como Josè Mario Ruiz Navas), que el fascismo que gobernò en Italia desde 1922 hasta 1945 bajo la dictadura del Duce Benito Mussolini, se asociò al Nacional-Socialismo, al Falangismo español y demàs formas autoritarias, donde surgieron los populismo perniciosos que fueron consecuencia de la crisis del capitalismo de la pre guerra mundial de 1939 y efecto de la Segunda Guerra Mundial.

Es aquì donde por primera vez, de manera sistemàtica y grosera, se procediò a la reparticiòn del mundo entre las naciones que ganaron la contienda mundial. Estas formas de gobierno, propias del capitalismo deformado, fueron expresiòn de la democracia burguesa liberal y respuesta grosera de los poderes invisibles frente al avance del poder popular, de la sociedad civil, de los excluìdos y marginados que reclaman mayor participaciòn.

En el caso de los paìses perifèricos se cumple el principio ideològico-polìtico de la democracia participativa a partir el gobierno de la revoluciòn ciudadana. A cambio de esto nos intenta venden la idea de la democracia representativa, que mecánicamente se convierte llana y simplemente en delegativa carente de contenido.

Dentro de los esquemas del neo fascismo se pretende implementar en Amèrica Latina, con el auspicio del imperio y frente al auge de gobiernos democràticos bajo principios socialistas, movimientos que frenen el avance del socialismo como lo hicieron en Europa Hitler, Mussolini y Franco con el auspicio de W. Churchill, quien aseguraba que habìa que ahogar al comunismo en la cuna, para institucionalizar regìmenes liberales y neoliberales represivos con fachada democràtica.

Con este esquema, los ciudadanos "corremos el riesgo de vivir en sociedades que son polìticamente "democraticas" pero socialmente fascistas. Esto nos lleva a suponer que realmente el fascismo no ha muerto y que de las cenizas ha de surgir tendencias neo fascistas para conspirar contra la REVOLUCIÒN CIUDADANA y el SOCIALISMO DEL SIGLO XXI.

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