miércoles, 31 de agosto de 2011

MEZQUINOS INTERESES

POR: IVÀN DELGADO MARTÌNEZ

Como reiterativamente vengo repitiendo en cada oportunidad que se presenta, porque lo considero justo y necesario, me parece que el presidente Correa ciertamente es un lìder confrontacional y volcànico, pero nunca, ¡jamàs!, un demagògo e improvisado con ìnfulas de tirano. Y digo esto, con el riesgo de parecer tercamente repetitivo, porque desde los obscuros cubiles de la oposiciòn visceral insensata, se viene desarrollando una campaña tendenciosa de desinformaciòn para dar el zarpazo contra la democracia y el orden constituìdo, porque estàn en juego grandes intereses mezquinos.

Es tambièn necesario y oportuno señalar que la provocaciòn, siempre por razones explicables (aunque nunca justificables), provienen de la partidocracia, de la oligarquìa, de la bancocracia, del poder mediàtico y demàs poderes invisibles a los que les incomoda el liderazgo de Correa, los postulados de la revoluciòn ciudadana y el marco conceptual del socialismo del siglo XXI. Fàcilmente podrìamos entender estas sin razones con refrescar la memoria de como se han desarrollado los acontecimientos en estos cuatro años. "!PROHIBIDO OLVIDAR¡"

Ciertamente resulta explicable que tradicionales sectores econòmicos y grupos polìticos se opongan al proceso de cambio, puesto que directamente les tocan los bolcillos y restan esferas de influencias que les permitìan acceder a cuotas de poder a travès de la contrataciòn pùblica, influencias en las aduanas, negocios petroleros y demàs formas de ventajas para resarcirse con creces las inversiones que hacian en las famosas campañas electorales de pan y circo.

Pero lo que no alcanzo a entender es que sectores progresistas y hasta ingenuos izquierdistas "cabriados", que experimentan logros innegables en la salud, la vivienda, la inclusiòn social, la educaciòn, la vialidad, la recuperaciòn de la soberanìa petrolera, las obras hidroelectricas, la refinaría del pacìfico y demàs aciertos que resultan interminables de enumerar, salen con argumentos deleznables como que no les gusta el talante del presidente y menos, como me lo dijo un camarada, su actitud arrogante, como si nosotros hubieramos elegido a una princesita de navidad y no a un presidente de la repùblica para tomar decisiones trascendentales.

A manera de colofòn, solo se me antoja pensar que las personas se dejan llevar màs por las formas y no por los contenidos. Esto nos lleva a creer que la polìtica ecuatoriana lamentablemente sigue afectada por esa rara enfermedad denominada TROPICALISMO SUREÑO, que merece un tratamiento especial para sacudirse de viejos atavismos perniciosos que demuestran mezquinos intereses.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Aldo,
Arréglale el idioma del teclado a la computadora de tu suegro, está colocando mal las tildes.
El resto, los comentarios son super atinados, un poco adornados en el vocabulario, pero al fin y al cabo atinados.
Saludos.

Unknown dijo...

No me había percatado de ´ caracter, ya lo arreglare, saludos.